Fallece George Best, el 'Quinto Beatle' (Biografía)

La vida de George Best se paró hoy a los 59 años de edad después de que el veloz extremo no pudiese regatear su enésimo problema de salud y falleciese en el Cromwell Hospital de Londres tras una larga enfermedad.

Genial jugador norirlandés, campeón de Europa en 1968 con el Manchester United, Best pagó los excesos que tuvo durante toda su carrera. Problemas de alcohol, sus turbias relaciones con las mujeres o malos tratos engrosan toda una lista que ennegreció lo conseguido como futbolista, llegando incluso a ser admirado por mitos como 'Pelé' o Maradona.

Un talentoso joven, nacido en Belfast un 22 de mayo de 1946 y que a los 17 años hacía su debú con los 'reds devils' frente al West Bronwich Albion. Dos semanas después marcaba ante el Burnley el primero de sus 180 goles con el club de Old Trafford y ya empezaba a apuntar alto.

Empezó a sumar éxitos con los de Sir Matt Busby, y pese a no levantar el vuelo de su selección, donde no contó con un grupo de jugadores que le ayudase, vivió su mayor momento de gloria en 1968, cuando contaba tan sólo con 22 años y en un escenario como Wembley. Best, apodado el 'Quinto Beatle' por su estética, fue el autor del 2-1 ante el Benfica de Eusebio, el primer gol de la prórroga y que desembocó en un definitivo 4-1 que daba la Copa de Europa al United, un entorchado para olvidar la tragedia de Múnich y en un equipo donde compartía vestuario con Bobby Charlton, al que le unía una gran amistad, y Billy Foulkes, los dos únicos supervivientes de aquel fatal accidente junto al técnico.

Ese mismo año, recibía el reconocimiento de 'Jugador Europeo del Año'. Paulatinamente, George Best fue empezando a ser más conocido por sus problemas extradeportivos que por sus logros futbolísticos. Su pasión por las mujeres y el alcohol, provocaron en 1974 el triste final de su carrera en Old Trafford, donde se cansaron de que malgastara su talento por la bebida.
A partir de ahí, el extremo norirlandés fue de equipo en equipo, probando incluso la aventura americana, diciendo adiós al fútbol en 1983 con 37 años.

Desde entonces, sin el fútbol, el alcohol se apoderó de su vida. Encarcelado por conducir ebrio pasó tres meses en prisión e hizo el ridículo en la BBC en 1991 cuando apareció en un pésimo estado. Pese a sufrir en 2002 un transplante de hígado, esto no impidió que Best siguiese con su mala vida y en 2004 fue nuevamente castigado por una infracción automovilística quedándose 20 meses sin conducir.
Un año después, su cuerpo dijo basta, aunque con la satisfacción de ver como meses antes su Irlanda del Norte vencía históricamente a Inglaterra en la fase clasificación para Alemania 2006.

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