Ministro de Exterior italiano pide suspender los partidos ante el racismo
SIGUE EL RACISMO
El ministro de Exteriores de Italia Gianfranco Fini y uno de los líderes de la oposición, Francesco Rutelli, coincidieron en la necesidad de suspender los partidos del calcio en caso de nuevos episodios de racismo.
"Hay que respetar el decreto gubernamental. No es que falten las leyes. En casos como los que están ocurriendo el único modo es utilizar los reglamentos, incluyendo la suspensión de los partidos", expresó Fini. "Hay que suspender los partidos y que los cluben paguen", agregó Rutelli, entrevistados ambos en una radio romana, luego de que el fútbol italiano registró dos nuevos episodios de racismo el último fin de semana.
El jugador nigeriano de Roma, Stefano Okaka, reveló que él no advirtió los insultos racistas que sufrió al concluir el partido en campo de Fiorentina y que provocaron una furiosa reacción de su compañero de equipo, Mexes.
"Lo que puedo decir es que el racismo aquí no entrará más, le pondremos un muro", afirmó a su vez Diego Della Valle, patrón de Fiorentina, que podría ser sancionado por el incidente, lo mismo que Inter, cuyos fanáticos hostigaron otra vez al marfileño de Brescia, Marc Zoro.
También en Sudamérica
En sudamérica, la campaña de prevención contra el racismo organizada por Gremio para la primera final ante Internacional fue un fracaso, dado que sus hinchas insultaron a los jugadores negros, a los que llamaban "monos".
Para la la primera final por el campeonato gaúcho (Rio Grande do Sul) entre los clubes más populares y los clásicos rivales de Porto Alegre, la dirigencia de Gremio intentó convencer a sus seguidores de no agredir a los jugadores rivales. Para eso, los dirigentes recibieron indicaciones del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos, pero los hinchas de Gremio siguieron llamando de "monos" a los de Inter.
El jugador Tinga, de raza negra, fue insultado por la hinchada rival durante todo el partido. Cada vez que tocaba la pelota, miles de personas imitaban los sonidos de un mono.
El ministro de Exteriores de Italia Gianfranco Fini y uno de los líderes de la oposición, Francesco Rutelli, coincidieron en la necesidad de suspender los partidos del calcio en caso de nuevos episodios de racismo.
"Hay que respetar el decreto gubernamental. No es que falten las leyes. En casos como los que están ocurriendo el único modo es utilizar los reglamentos, incluyendo la suspensión de los partidos", expresó Fini. "Hay que suspender los partidos y que los cluben paguen", agregó Rutelli, entrevistados ambos en una radio romana, luego de que el fútbol italiano registró dos nuevos episodios de racismo el último fin de semana.
El jugador nigeriano de Roma, Stefano Okaka, reveló que él no advirtió los insultos racistas que sufrió al concluir el partido en campo de Fiorentina y que provocaron una furiosa reacción de su compañero de equipo, Mexes.
"Lo que puedo decir es que el racismo aquí no entrará más, le pondremos un muro", afirmó a su vez Diego Della Valle, patrón de Fiorentina, que podría ser sancionado por el incidente, lo mismo que Inter, cuyos fanáticos hostigaron otra vez al marfileño de Brescia, Marc Zoro.
También en Sudamérica
En sudamérica, la campaña de prevención contra el racismo organizada por Gremio para la primera final ante Internacional fue un fracaso, dado que sus hinchas insultaron a los jugadores negros, a los que llamaban "monos".
Para la la primera final por el campeonato gaúcho (Rio Grande do Sul) entre los clubes más populares y los clásicos rivales de Porto Alegre, la dirigencia de Gremio intentó convencer a sus seguidores de no agredir a los jugadores rivales. Para eso, los dirigentes recibieron indicaciones del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos, pero los hinchas de Gremio siguieron llamando de "monos" a los de Inter.
El jugador Tinga, de raza negra, fue insultado por la hinchada rival durante todo el partido. Cada vez que tocaba la pelota, miles de personas imitaban los sonidos de un mono.
agencias / elpenalti.com
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