Un ex jugador del Athletic, que cumplió 100 años, apuesta por no fichar a extranjeros
UNA VIEJA GLORIA
Manuel Castaños, ex jugador del Athletic, que hoy cumplió 100 años, apostó por que el equipo "siga siempre con gente de aquí" porque, aunque ahora el club esté pasando una mala racha, confió en que "ya saldrá del atolladero".
En una entrevista concedida a EFE antes de ser homenajeado por el Athletic, este vecino de Galdakao, que ha cumplido un siglo de vida "contento" y con la mente lúcida, confesó que, frente a la posibilidad de estudiar el ingreso de jugadores extranjeros en el equipo, "a mí siempre me ha gustado que todos sean de aquí".
Acompañado por sus dos hijos y otros familiares y amigos, este ex futbolista, que nació en 1906 en Bilbao, recordó que el Athletic pagó por su ficha en 1926 la suma de 3.000 pesetas. "Mis padres me dijeron que con este dinero se podían hacer muchas cosas. La mayor parte se lo di a ellos, pero con otra parte pagué la exención de la mili", recuerda Manuel Castaños, quien jugó en el Athletic como interior derecha hasta 1931, un periodo en el que el equipo rojiblanco obtuvo 2 títulos de liga y 2 copas.
Reconoció que los actuales jugadores entrenan ahora "más" que en su época, cuando cobraba 100 pesetas por partido, por lo que, para mantener a su familia, compaginaba su actividad en el Athletic con su empleo en la Unión Eléctrica Vizcaína, donde se encargaba de la colocación de contadores de luz en domicilios. "A veces, acudía a casas particulares y la gente me reconocía y se ponían muy contentos de que un jugador del Athletic les visitara", destacó.
Tras el estallido de la Guerra Civil de 1936, Manuel Castaños fue hecho preso en Santoña, cuando aguardaba la llegada de un buque inglés que le trasladara a otro país.
Durante tres años permaneció en prisión, primero en Santoña y luego en Sevilla, donde tuvo como compañero al ex portero del Athletic José Luis Ispizua. "En el patio de prisión jugábamos al fútbol y, claro, José Luis y yo éramos los mejores", dijo entre risas Castaños, quien recuerda aún cuando ambos ex jugadores recibieron en la cárcel la visita de los miembros del club rojiblanco.
Tras ser puesto en libertad, regresó a casa y pasó a trabajar en la empresa Echebarria de Castrejana, primero como carpintero y luego como encargado. Recuerda lo bien que le acogieron sus compañeros de trabajo por su condición de ex jugador y asegura que, hasta que pudo, siguió los partidos desde San Mamés, acompañado de sus hijos.
Su hijo Manuel, que ahora tiene 67 años, tampoco olvidará cuando de niño acudía al campo con su padre y, junto a sus primas, apuraban las gaseosas que dejaban el resto de los espectadores en una tribuna "que entonces era de madera".
El ex jugador recibió hoy, en la residencia de Gorosibai donde reside, la visita de la edil de Bienestar Social de Galdakao, Amelia Goya, que le felicitó por su cumpleaños y su buen aspecto y le agasajó, en nombre del Ayuntamiento, con una bufanda, un libro de fotografías antiguas de Galdakao y un cuadro con una foto del edificio consistorial en el Siglo XVIII.
Manuel Castaños, ex jugador del Athletic, que hoy cumplió 100 años, apostó por que el equipo "siga siempre con gente de aquí" porque, aunque ahora el club esté pasando una mala racha, confió en que "ya saldrá del atolladero".
En una entrevista concedida a EFE antes de ser homenajeado por el Athletic, este vecino de Galdakao, que ha cumplido un siglo de vida "contento" y con la mente lúcida, confesó que, frente a la posibilidad de estudiar el ingreso de jugadores extranjeros en el equipo, "a mí siempre me ha gustado que todos sean de aquí".
Acompañado por sus dos hijos y otros familiares y amigos, este ex futbolista, que nació en 1906 en Bilbao, recordó que el Athletic pagó por su ficha en 1926 la suma de 3.000 pesetas. "Mis padres me dijeron que con este dinero se podían hacer muchas cosas. La mayor parte se lo di a ellos, pero con otra parte pagué la exención de la mili", recuerda Manuel Castaños, quien jugó en el Athletic como interior derecha hasta 1931, un periodo en el que el equipo rojiblanco obtuvo 2 títulos de liga y 2 copas.
Reconoció que los actuales jugadores entrenan ahora "más" que en su época, cuando cobraba 100 pesetas por partido, por lo que, para mantener a su familia, compaginaba su actividad en el Athletic con su empleo en la Unión Eléctrica Vizcaína, donde se encargaba de la colocación de contadores de luz en domicilios. "A veces, acudía a casas particulares y la gente me reconocía y se ponían muy contentos de que un jugador del Athletic les visitara", destacó.
Tras el estallido de la Guerra Civil de 1936, Manuel Castaños fue hecho preso en Santoña, cuando aguardaba la llegada de un buque inglés que le trasladara a otro país.
Durante tres años permaneció en prisión, primero en Santoña y luego en Sevilla, donde tuvo como compañero al ex portero del Athletic José Luis Ispizua. "En el patio de prisión jugábamos al fútbol y, claro, José Luis y yo éramos los mejores", dijo entre risas Castaños, quien recuerda aún cuando ambos ex jugadores recibieron en la cárcel la visita de los miembros del club rojiblanco.
Tras ser puesto en libertad, regresó a casa y pasó a trabajar en la empresa Echebarria de Castrejana, primero como carpintero y luego como encargado. Recuerda lo bien que le acogieron sus compañeros de trabajo por su condición de ex jugador y asegura que, hasta que pudo, siguió los partidos desde San Mamés, acompañado de sus hijos.
Su hijo Manuel, que ahora tiene 67 años, tampoco olvidará cuando de niño acudía al campo con su padre y, junto a sus primas, apuraban las gaseosas que dejaban el resto de los espectadores en una tribuna "que entonces era de madera".
El ex jugador recibió hoy, en la residencia de Gorosibai donde reside, la visita de la edil de Bienestar Social de Galdakao, Amelia Goya, que le felicitó por su cumpleaños y su buen aspecto y le agasajó, en nombre del Ayuntamiento, con una bufanda, un libro de fotografías antiguas de Galdakao y un cuadro con una foto del edificio consistorial en el Siglo XVIII.
efe
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