martes, enero 03, 2006

Streakers, un nuevo ingrediente en el deporte

ESPECIALES

Mark Roberts es el streaker (literalmente corredor desnudo) más famoso del mundo. Natural de Liverpool, de 38 años, se ha convertido en una celebridad por desnudarse en los grandes acontecimientos deportivos.

A Roberts le hemos visto encuerado en el torneo de tenis de Wimbledon, en la Copa del Mundo de rugby, en los Juegos de la Commonwealth, el Tour de Francia, en los campeonatos de futbol de Inglaterra y España... Una de sus más famosas apariciones fue ante David Beckham, en el estadio Santiago Bernabéu, en el primer partido del inglés en el Campeonato de Liga español como futbolista del Real Madrid.

El “trabajo” de Roberts dura apenas segundos, el tiempo que tarda el personal de seguridad en atraparle y echarle del recinto. “A lo mejor es que tengo alma de showman”, ha reconocido Roberts ante los medios de comunicación, ya que en los diez años que lleva desnudándose en público su fama supera a la de muchos deportistas.
“Ahora es como desnudarme en el cuarto de baño de mi casa”, asegura recordando la vergüenza que sentía en sus primeras exhibiciones. En el estadio Santiago Bernabéu, Roberts pintó en su cuerpo la inscripción: “Soy el auténtico chico de las pelotas de oro”, en referencia a Beckham que en Inglaterra es conocido como “el chico de las pelotas de oro”.

Entre el fanatismo y el exhibicionismo

Roberts presume de aquella exhibición en su página web, www.thestreaker.org.uk, y de que Ronaldo le pasó el balón “para que diera unos toques, imagínese...”.

Originariamente, el “streaking” (acción que define el desnudarse en público) en el deporte tiene su origen en los estudiantes de los años setenta que se manifestaban por la paz desnudos al grito de “haz el amor y no la guerra”. La repercusión de ese exhibicionismo caló pronto en la sociedad y que mejor medio para mostrarse que los eventos deportivos retransmitidos por televisión. Así, los nombres de Erica Roe, la reina de las streakers femeninas de los ochenta, o Vanessa Richards en los noventa, se hicieron conocidos por mostrar sus encantos ante los aficionados del fútbol o del rugby, principalmente.

Otras, como la inglesa Lianne Crofts se atrevió a romper el silencio de una partida de billar, en 1997, dando tres vueltas a la mesa sin ropa, ante el asombro de los imperturbables espectadores de este calmado deporte. En el último Campeonato del Mundo femenino de fútbol, dos partidos fueron interrumpidos por la aparición de algún 'streaker', que en la mayoría de las ocasiones provoca la sonrisa y el aplauso de los asistentes.

La razón por la que estos hombres y mujeres se desnudan se debe a un componente que va desde el fanatismo al exhibicionismo. Para Vanessa Richards pesó más el fanatismo que sentía por el futbolista inglés Paul Gascoigne, a quien quiso premiar en un partido de 1997 descubriéndose los pechos ante sus ojos. Para muchos otros, su propósito está en superar las medidas de seguridad y exhibirse ante una multitudinaria concurrencia, buscando unos segundos de “gloria”, de protagonismo.

Streaker profesional

A lo largo de sus diez años como “streaker profesional”, como así se califica, Mark Roberts se jacta de haber hecho más de 150 “apariciones” en todo tipo de espectáculos deportivos. En lo que fue uno de sus “mejores años” en el 2003, Roberts “actuó” en las mejores “plazas” del deporte: el citado Real Madrid-Betis, el 30 de agosto; los Mundiales de natación en Barcelona; el Tour de Francia; la prestigiosa y glamourosa carrera de caballos de Ascott (julio); el torneo de tenis de Roland Garros, y la final de la Copa de la UEFA de futbol, en Sevilla (Oporto-Celtic de Glasgow).

Roberts comenzó su “carrera” en 1993, en Hong Kong, durante un campeonato de rugby a siete, pero su fama transcendió en el Wimbledon del 2000 desnudándose ante la mismísima Anna Kournikova. En su pecho se podía leer “solamente la bola debe botar”, eslogan de una línea de sujetadores anunciada por la tenista rusa.

El “streaker” inglés ha aumentado su popularidad por los mensajes que se escribe en su cuerpo. Uno de los más recordados fue en el Abierto Británico de Golf de 1995, en el que apareció con una inscripción en su espalda en la que se leía “hoyo 19” junto con una flecha apuntando a su trasero. En 1999, en un partido de rugby entre Australia y Francia se leía en su pecho “100% carne británica”, en plena crisis de las vacas locas.

El exhibicionismo de Roberts se ha convertido en una profesión que le ha dado fama, dinero y alguna que otra noche en comisarías de policías de todo el mundo. Roberts ha sido arrestado en más de una veintena de ocasiones y sus exhibiciones le han costado más de 5,500 euros (6,400 dólares) en multas, dinero que ha podido pagar gracias a la rentabilidad de su negocio.

En su página web se ofrece como “hombre anuncio” para cualquier empresa que por un módico precio quiera ver escrito en el cuerpo de Roberts el nombre de su empresa o el producto que quiera promocionar. Su actuación en Madrid, ante Beckham, fue patrocinada por un casino británico cuyo logotipo apareció en el cuerpo desnudo del “streaker” inglés.

Roberts actúa con mucho sigilo y en algunas ocasiones acude disfrazado. En la última carrera de caballos de Ascott, el 19 de julio de 2003, llegó vestido de mujer, saltó la valla cuando el público y los equipos de seguridad atendían un momento de máximo interés de la carrera y se desnudó en apenas cinco segundos.

Conseguido su plan, Roberts prepara otra exhibición. No da pistas, pero los servicios de seguridad de los próximos acontecimientos deportivos tienen en sus previsiones un fenómeno al que atender: los 'streakers'. Que se vayan preparando...
efe
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